La inseguridad tiene dos, tres, cien caras; tiene uno, dos, tres, cien escenarios. Esto lo tiene muy claro el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, quien ha manifestado una preocupación legítima porque a este gobierno de transformación le ha sido difícil menoscabar y abatir la enorme calamidad que aqueja a sociedad en general; pero si hablamos de manera específica, también al género femenino.Durante las últimas semanas, sobretodo por la escalada que todos sabemos, Monreal ha incentivado el análisis de la estrategia de seguridad, propuesta que fue acogida plenamente por la Jucopo, y este grupo integrado por legisladores también del PAN, PRD y PVEM, del que quedó al frente el senador de Morena, Manuel Espino que le hincarán el diente a las ocho áreas del sistema implementado por este gobierno no para criticar sino para aportar ideas en vías de solución.Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa Directiva, arropando y sumándose a esta iniciativa de Monreal, ha puesto su gran trozo de arena para proteger a las mujeres y para que se intervenga de manera inmediata sobre el delito de feminicidio.Hoy, por ejemplo, recibió de manos del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, el proyecto de Ley General para prevenir, investigar, sancionar y reparar el femicidio.Ambos, Monreal Ávila y Sánchez Cordero han reconocido que el Estado mexicano se ha visto rebasado y no ha podido bajar los índices que a todos preocupa. Es una asignatura pendiente de esta Cuarta Transformación que necesita la intervención y colaboración de todos los poderes de la Unión, asumiendo la responsabilidad a que les obliga la Constitución. Debe ser un trabajo integral, ni duda cabe. Sacar las armas largas, no en sentido literal, para combatir la delincuencia organizada y a los abusivos.Por eso, el análisis, la propuesta, la sugerencia de todos, comenzando por el Senado y el Poder Judicial en su momento, ayudarán a que esta muy aplaudible autocrítica que hacen del hecho de que aún no se ha alcanzado la paz y la seguridad de los mexicanos, sea un paso grande para intentar alcanzarla con toda la buena voluntad y el trabajo arduo.