• El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero celebró el martes 29 de marzo su cuadragésima séptima sesión ordinaria.
  • En esta sesión, el Consejo actualizó su balance de riesgos y analizó los retos que enfrenta el sistema financiero mexicano ante la coyuntura
    actual, la cual combina menores presiones asociadas a la pandemia por COVID-19 pero retos emergentes asociados a la situación geopolítica
    entre Rusia y Ucrania. También aprobó el décimo segundo informe sobre el estado que guarda la estabilidad financiera del país.
  • Asimismo, actualizó su análisis sobre la exposición del sector externo en activos denominados en pesos; y fue informado sobre el avance de
    los trabajos del Comité de Finanzas Sostenibles. Finalmente, se presentó una actualización en materia de seguridad cibernética.

La actividad económica mundial moderó su ritmo de crecimiento y la inflación siguió una tendencia al alza, principalmente impulsada por elevados precios de alimentos y energéticos. En este contexto, ha aumentado la perspectiva de una normalización más acelerada de la política monetaria a nivel global.

De hecho, la Reserva Federal aumentó la tasa de fondos federales en 25 puntos base en su decisión de política monetaria de marzo, comunicando
que es previsible que realice incrementos adicionales en el resto de las reuniones de 2022. Adicionalmente, varias economías emergentes
continuaron ajustando al alza sus tasas de referencia. Así, las condiciones financieras han presentado un apretamiento, con aumentos en las tasas de
interés y un fortalecimiento del dólar en un entorno de mayor aversión al riesgo asociado al reciente conflicto geopolítico.

En México, en línea con lo observado a nivel global, las variaciones en los precios de los activos en los mercados financieros reflejaron este ambiente
de mayor incertidumbre. El mercado cambiario presentó cierta volatilidad y las tasas de interés registraron incrementos generalizados.

En este entorno persisten riesgos globales para la estabilidad financiera. Por un lado, mayor aversión al riesgo global derivado principalmente del conflicto geopolítico reciente y un mayor apretamiento de las condiciones financieras globales como resultado de mayores incrementos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas; y por otro, una desaceleración de la economía mundial y presiones inflacionarias más pronunciadas.
En cuanto a los riesgos internos, si bien la actividad económica comienza a recuperarse del choque ocasionado por la pandemia por COVID-19, persiste el riesgo de una debilidad mayor en el consumo e inversión internos, y potenciales afectaciones en las calificaciones crediticias soberana y de
Pemex, si bien esto último se ha mitigado ante medidas para mejorar la recaudación tributaria y los mayores precios del petróleo.

El sistema financiero mexicano continúa mostrando resiliencia y, en el caso de los sectores bancario y asegurador, estos mantienen en general una
posición sólida con niveles de capital y de liquidez por encima de los mínimos regulatorios. Los principales riesgos a los que se enfrenta la banca múltiple en su conjunto, así como los niveles de capital y liquidez, permitirían una expansión prudente del crédito bancario, el cual no ha recuperado su dinamismo en su totalidad. Lo anterior coadyuvaría a fortalecer la recuperación de la economía. En cuanto a los indicadores de riesgo de los
otros intermediarios financieros no bancarios, estos se mantienen, en general, en niveles acotados. Cabe señalar que este sector tiene una participación pequeña dentro del sistema en su conjunto, por lo que no representa un riesgo potencialmente sistémico. Estos elementos, además de
los resultados de pruebas de estrés para varios intermediarios, quedaron reflejados en el décimo segundo informe sobre el estado que guarda la
estabilidad financiera del país, el cual fue aprobado por el Consejo en esta fecha y será publicado próximamente.

El Consejo también analizó la evolución de las posiciones del sector externo en los principales activos mexicanos y dio seguimiento a diversos riesgos
que continúan presentes en el corto plazo. Adicionalmente, el Consejo revisó el tema de seguridad cibernética en el contexto actual. Así, reiteró la importancia de que autoridades e instituciones financieras continúen con las acciones de prevención, seguimiento y rápida respuesta en materia de ciberseguridad, permaneciendo en máxima alerta mientras continúe el conflicto geopolítico. Finalmente, el Consejo tomó conocimiento del informe anual de actividades del Comité de Finanzas Sostenibles.

El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero está conformado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien lo preside, la Gobernadora del Banco de México, el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dos Subgobernadores del Banco Central, el Presidente de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, el Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para
el Retiro y el Secretario Ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.