El rezago educativo que existe en México no sólo es resultado de la pandemia, sino también es consecuencia de cómo los gobiernos neoliberales, privilegiando la estandarización, desaprovecharon la inmensa diversidad étnica, cultural y lingüística del país, recalcó la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya. 

Al clausurar los trabajos de la LVI Reunión Plenaria Ordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), aseguró que esa directriz provocó exclusión e inequidad en los servicios educativos y perjudicó a los más pobres, pues hoy reflejan un cúmulo de aprendizajes no logrados. 

Ramírez Amaya afirmó que para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es prioridad atender a las y los niños de las regiones más vulnerables, a los más pobres, a las comunidades indígenas y afromexicanas, lo que implica reconocer sus saberes y costumbres. 

En presencia de autoridades educativas estatales, la titular de Educación Pública reiteró que el regreso a clases presenciales no implica la restauración de la escuela antes de la pandemia, sino la construcción de nuevos escenarios educativos que recuperen los aprendizajes sociales de estudiantes y profesores. 

Asimismo, destacó la importancia de reconocer e incentivar los aprendizajes que las y los estudiantes alcanzaron durante el confinamiento y la pandemia, como la incorporación de las nuevas tecnologías, a fin de identificar cómo pueden fortalecer el trabajo que se realiza en las aulas. 

Sostuvo que la transformación educativa tiene proyecto y dirección, y que el trabajo con el magisterio, niñas, niños, adolescentes, madres y padres de familia no es ajeno para quienes conforman el Conaedu. 

Puntualizó que la mejora educativa pasa por resolver situaciones y problemas que se enfrentan diariamente, como la falta de vinculación de las escuelas con las comunidades urbanas, rurales e indígenas; el abandono; el rezago escolar, y las violencias. 

Expuso que la sociedad requiere cambios en la organización educativa y la práctica docente; el fortalecimiento de procesos formativos de las y los maestros, y la construcción de una gestión menos administrativa y más humana, cercana a las comunidades y a los territorios. 

Comentó que, para construir una nueva perspectiva educativa, el Plan de Estudios para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria contribuye a la disminución del rezago educativo y tiene flexibilidad curricular para recuperar los aprendizajes. 

“Necesitamos fortalecer los vínculos entre la Educación Básica y la Media Superior, y entre ésta y la Educación Superior. Para ello se requiere más y mejor comunicación, más y mejor coordinación entre nosotros”. 

Subrayó que la transformación educativa presenta avances significativos porque atiende las necesidades de los ciudadanos, por ejemplo, los más de 11 millones de beneficiarios del Programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez, y las más de 113 mil escuelas atendidas por La Escuela es Nuestra en regiones de alta y muy alta marginación. 

Mencionó que desde el inicio de la actual administración se impulsó la apertura de instituciones como las Universidades para el Bienestar y nuevas universidades interculturales ubicadas en regiones donde no llegaba la Educación Superior, logrando el arraigo en las comunidades. En el ciclo escolar 2021-2022 se reportó un incremento de la matrícula total de 138 mil estudiantes. 

Finalmente, señaló que mediante los procesos de la Unidad para el Sistema de la Carrera de las Maestras y los Maestros (Usicamm) se impulsa la justicia laboral, la revalorización y la dignificación del magisterio. Además, existe diálogo permanente y respetuoso con las representaciones sindicales.