• El titular de Hacienda participa en las reuniones del G20 en Washington.

En el mundo globalizado en el que vivimos, los sistemas alimentarios y energéticos están altamente concentrados, lo que los vuelve extremadamente
vulnerables a la disrupción. Por ello, la actual situación geopolítica ha afectado significativamente las condiciones macroeconómicas y financieras, amenazando la estabilidad en muchas partes del mundo.

Así lo señaló hoy el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, al participar en Washington en la reunión ministerial de Finanzas y Agricultura del G20.

Enfatizó que mientras los precios de energía, fertilizantes y alimentos se disparan de manera sin precedentes, la gente alrededor del mundo no puede absorber los costos de este incremento.

El fracaso colectivo para promover sistemas energéticos diversificados, precisó, ha forzado a millones de personas en el orbe a depender de la asistencia humanitaria para satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia.

El titular de Hacienda aseveró que éste es el momento adecuado para tomar acciones colectivas en materia de seguridad alimentaria y coordinar iniciativas conjuntas para acelerar su impacto.

Sin embargo, hizo notar que se requieren medidas extraordinarias para asegurar el abasto de alimentos en los países. En este sentido, puntualizó que en México se instrumentó el programa contra la inflación y la carestía, denominado PACIC, que se basa en un acuerdo voluntario entre los sectores público y privado a fin de conseguir tres objetivos fundamentales: estabilizar los precios de la canasta básica, aumentar la oferta de bienes básicos y disminuir los costos de transferencia de los productores a través de la desregulación.

Algunas de estas medidas, explicó, incluyen la eliminación de aranceles de alimentos básicos y de la cuota para el sulfato de amonio; la moratoria de
regulación fiscal, y el incremento en la producción de maíz, frijol y fertilizantes, entre otros.

Destacó que a la fecha, los beneficios alcanzados han permitido reducir el impacto de la inflación a 8.8% en septiembre, cuatro puntos porcentuales por debajo de la tasa que se hubiera alcanzado de no haberse implementado estas medidas, además que evitó el aumento de 300 puntos base en la tasa de interés y una caída en el consumo nacional equivalente a 1% del PIB.

Asimismo, al participar en el panel del Consejo de las Américas, que abordó la perspectiva económica rumbo a 2023, Ramírez de la O subrayó que México tiene sólidos fundamentos macroeconómicos. Resaltó que ha habido un aumento en las exportaciones manufactureras y en las remesas, y en un periodo de alta incertidumbre, los flujos de capital han sido positivos, respaldados por una menor salida de capitales y una estable inversión extranjera directa, en tanto las reservas internacionales se mantienen en niveles altos.

En su intervención, puntualizó que la deuda se mantiene con una tendencia sostenible y que el tipo de cambio del peso se ha mantenido estable, en contraste con otras monedas de países emergentes debido a que está menos expuesto a la salida de capitales.

Como parte de sus actividades, el secretario de Hacienda sostuvo reuniones bilaterales con el presidente del Banco Mundial, David Malpass, y con el ministro de Hacienda de Brasil, Paulo Guedes.