En unidad y con el acompañamiento de los grupos parlamentarios aliados, Morena en el Senado se decantó por Alejandro Armenta para presidir la Mesa Directiva; así como por Ana Lilia Rivera, para o vicepresidencia.

Ambos cargos de ese órgano de gobierno legislativo, son la propuesta a votar en el pleno este mismo miércoles.

De nueva cuenta, el oficio y la capacidad de negociación de Ricardo Monreal se mostraron, cualidades que le permitieron salir bien librado del conflicto que se había generado por la falta de acuerdos para elegir al presidente de la Mesa Directiva durante el próximo periodo de sesiones.

Y es que el legislador logró que las posturas se flexibilizaran al grado de que los “duros” tuvieron que aceptar que él ha sido pieza clave en la construcción del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Gabriel García Hernández, político muy cercano al Presidente, no le regateó su trayectoria a Monreal y frente a los mismos que lo “crucificaron” por su libertad de pensamiento y por defender la soberanía del Senado aseguró:
«El doctor Monreal, después del fraude del 2006 es el legislador que encabezó la resistencia del movimiento. Defendió en lo que en ese momento era la semilla de la cuarta transformación.

Después fue quien hizo la denuncia del fraude electoral en 2012. Yo conozco la historia y parto de principio de respetar y reconocer. El doctor Monreal tiene que ser reconocido y al menos por un servidor es ampliamente respetado», afirmó.

Así que, sin duda, la elección de Alejandro Armenta no sólo fortalece la imagen y liderazgo de Ricardo Monreal, sino que les da una lección a los Morenos aplaudidores que, aunque no les guste Monreal es y seguirá siendo el mejor operador político de la 4T.