• En el debate del Parlamento Abierto para el análisis y discusión de la propuesta de Reforma Eléctrica, Gabriela Reyes Andrés se pronunció a favor de topar la participación privada para conservar la soberanía.
La iniciativa de Reforma Eléctrica, propuesta por Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, es una Estrategia de Estado que no busca un monopolio, sino seccionar el mercado para garantizar el derecho universal de acceso a la energía, indicó Gabriela Reyes Andrés, directora de Aprovechamiento Sustentable de la Energía del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE).Al participar en el tercer foro denominado: “Despacho. Mercado eléctrico y contratos legados”, como parte del Parlamento Abierto para el análisis y discusión de la propuesta presidencial, señaló que no se trata únicamente de un tema de nacionalismo, sino de conservar la soberanía y control de este sector estratégico, que es las base de la economía, por ser un recurso básico de familias y empresas.Durante el Debate en el Canal del Congreso, Gabriela Reyes consideró que la industria eléctrica no puede estar supeditada a un mercado tan abierto y de libre competencia, sino conservar ciertas restricciones para evitar caer en poder del mercado privado y de empresas o compañías con intereses extranjeros y sin visión social.Se pronunció a favor de mecanismos de segmentación de mercados, topando la participación privada para conservar el poder de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y evitar un monopolio privado. “La CFE está bajo escrutinio del Estado y podemos conocer sus números, pero si una empresa privada controla el mercado, no podríamos exigirle cuentas o transparencia”, agregó.Tras presentar una perspectiva de México y Estados Unidos sobre marco jurídico en materia del mercado eléctrico, destacó la importancia de hacer verdaderos ajustes en un proceso de reforma, considerando puntos críticos y cruciales como la entrada de productores independientes, separación funcional o legal de las empresas y la conveniencia de más de un modelo de despacho.Reyes Andrés enfatizó que es pertinente tener más de un modelo y no solo uno general, a fin de evitar subsidios cruzados que generen huecos en las finanzas públicas, de ahí que una reforma integral exige terminar con regímenes de excepción a efectos de garantizar la justicia y equidad.Al citar diferencias en los procesos de construcción y marcos jurídicos de Estados Unidos y México en esta materia, dijo que ambos tienen el objetivo de incorporar a los productores independientes; sin embargo, en el vecino país la pequeña producción sí está topada a una capacidad de Mega watts y en México no, situación que podría generar mercados paralelos.Además, en Estados Unidos el periodo de Reforma se realizó en dos mandatos; se consultó la pertinencia de la separación legal o corporativa de las grandes compañías eléctricas, mientras que en México no hubo tal consulta y el proceso de la Reforma Energética se realizó en menor tiempo, durante 2013.Por otro lado, en E. U. se realizaron ajustes para regular ciertos privilegios adquiridos por algunas empresas en el proceso de Reforma, mientras que en nuestro país, a través de un transitorio, se protegen los derechos adquiridos con la Ley de la Industria Eléctrica de la Reforma Energética de 2013, promovida por el gobierno anterior, situación que provoca diversos desajustes.En el debate de Parlamento Abierto para el análisis y discusión de la propuesta de Reforma Eléctrica, acordado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, también participó con argumentos a favor, Fabián Vázquez Ramírez, del departamento de Mercado de Día en Adelanto en la Subgerencia de Mercado del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE).