Ante la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (NSABI) y la transferencia de sus recursos materiales, humanos y financieros al IMSS-Bienestar, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), estimó el presupuesto que requeriría IMSS-Bienestar para garantizar que todas las personas sin seguridad social tengan acceso a los servicios de salud.

En el documento ‘IMSS-Bienestar. Estimación del impacto presupuestario’, el CIEP estima que el Organismo Público Descentralizado requiere invertir, al menos, 308 mil 833 mdp, lo equivalente al 1% del PIB adicional a lo que actualmente se destina a este grupo de la población. Esta estimación también contempla ampliar los servicios de salud, debido a que el extinto INSABI cubría mil 807 intervenciones, mientras que IMSS-Bienestar incluye 50 enfermedades de salud pública, lo que representa el 0.6% del IMSS ordinario.

Desde 2014, el gasto para la población sin seguridad social en los diferentes subsistemas de salud como Seguro Popular, INSABI e IMSS-Bienestar, ha sido menor a 1 punto del PIB, y de 2022 a 2023, este presupuesto se redujo 7.6%, al pasar de 274 mil 124 mdp, a 253 mil 131 mdp. además, durante la existencia del INSABI, la población sin seguridad social casi se duplicó, al pasar de 15% a 28%. En contraste, la atención en el sistema público disminuyó, aunado a que el presupuesto para atención de enfermedades de alta especialidad, como cáncer de mama, cervicouterino e infantil cayó 20%. Asimismo, el gasto de bolsillo de las familias para compra de medicinas y atención médica creció 40%.

Finalmente, el CIEP refiere que IMSS-Bienestar nació con mayores retos que el INSABI, pero al igual que él, carece de una fuente sostenible y suficiente de recursos. Por lo que es indispensable considerar todas las necesidades presupuestarias para que las personas sin seguridad social tengan acceso a los servicios de salud, así como ampliar el paquete de servicios para este sector de la población.

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