La investigación científica es la base más eficaz para conservar y aprovechar los recursos pesqueros y acuícolas de manera sustentable y, a su vez, contribuir a la seguridad alimentaria y nutrición de la población, destacó el director general del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca), Pablo Arenas Fuentes.“La investigación es fundamental para el manejo responsable de los recursos naturales, en particular los del mar y los sistemas acuícolas. Sin la investigación, estaríamos navegando a ciegas”, expresó.En el marco del Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció en 2002, refirió que el conocimiento científico es esencial en la toma de decisiones y el establecimiento de las políticas públicas del país.Recordó que la ONU estableció el 10 de noviembre como el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, con el objetivo de hacer hincapié en el uso responsable de la ciencia para beneficio de las sociedades y, de manera particular, la erradicación de la pobreza y en pro de la seguridad humana.Arenas Fuentes comentó que los científicos cuentan con una “bola de cristal para consultar el futuro”, es decir, un conjunto de instrumentos científicos y datos técnicos para determinar la magnitud, temporalidad y mecanismos para las vedas, las cuotas de captura y el manejo de las especies acuáticas, por ejemplo, información que se comparte con las autoridades y la población.El Inapesca –que cuenta con 14 Centros Regionales de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAPs) a nivel nacional– emite más de dos mil opiniones, dictámenes técnicos, normas y planes de manejo para la administración de los recursos pesqueros cada año, señaló. “Es un esfuerzo enorme y una inversión del gobierno para mantener nuestros recursos naturales”, enfatizó.Subrayó que la ciencia y la tecnología también son el motor para impulsar la industria pesquera en casi 12 mil kilómetros de litorales y, por tanto, la generación de alimentos, empleos y la economía nacional. Es indispensable recordar que bajo el agua se tiene riqueza y es fundamental usarla de manera adecuada y sustentable, insistió.Destacó que México tiene la decimotercera zona económica exclusiva más grande, con una superficie total superior a 3.2 millones de kilómetros cuadrados y se coloca entre los países con las áreas más grandes del mundo.Datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural estiman que México se ubica en el lugar 15 de la producción pesquera mundial, al alcanzar 1.75 millones de toneladas y esta actividad genera al menos 350 mil empleos directos e indirectos, indicó.Comentó que el consumo per cápita promedio es de 14 kilogramos, por lo que existen oportunidades de crecimiento, ya que el consumo mundial supera los 20 kilogramos por persona, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).A 60 años de su creación, dijo, el Inapesca se ha consolidado como una de las principales instituciones en la materia y ha llevado el rumbo del sector con base en el conocimiento técnico y científico. “México es un país rico en recursos acuáticos y, por ende, sus ríos, lagos, costas y mares son centrales para su futuro”, subrayó.Entre los logros del Inapesca se encuentran la aportación de bases técnicas para ampliar de nueve a 12 millas el mar territorial de nuestro país; participó en la promulgación del decreto sobre las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva y sus trabajos han facilitado la emisión de permisos, métodos y artes de pesca, niveles, vedas y tallas mínimas de captura.También se suman las cartas Nacional Pesquera y Nacional Acuícola, el Plan de Acción Nacional para el Manejo y Conservación de Tiburones, Rayas y especies afines, así como de estudios orientados en la protección de especies capturadas incidentalmente —atún y camarón— y en riesgo —como la totoaba—.En fechas recientes el Instituto describió tres montañas submarinas en Punta Eugenia, Baja California, y Michoacán con apoyo del Buque de Investigación Pesquera y Oceanográfica “Dr. Jorge Carranza Fraser” –uno de los más modernos del mundo y equipado con la más alta tecnología—.El titular del Inapesca consideró que si bien aún falta trabajo para hacer de esta producción de proteína —a través de la pesca y la acuacultura— la base fundamental de una alimentación nutritiva, con la guía de la investigación se podrán recuperar las pesquerías deterioradas e impulsar el ordenamiento y aplicación de las normas en la materia.