Diversos medios de comunicación hacen eco de la alerta publicada por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, resumida en una frase que hemos leído una y otra vez: “la aprobación de la reforma sería un fuerte retroceso [porque] [i]ncrementaría el costo de la electricidad, abriría un boquete en las finanzas públicas, cancelaría la transición hacia energías limpias y violaría los preceptos del T-MEC”. Todo esto es falso, afirma la Comisión Federal de Electricidad, en una carta dirigida a la opinión pública.

Los críticos de la reforma eléctrica defienden el modelo privatizador como la mejor opción para México. Pero sólo hay que mirar lo que sucede en otros territorios que tienen este modelo, como Reino Unido o Alemania, donde el alza de las tarifas es sencillamente insostenible, agrega y documenta:

El 17 de enero de 2022 en el Reino Unido la tarifa eléctrica alcanzó los $1,500 dólares MW/h y todo apunta a que habrá un nuevo aumento para la primavera que elevaría la tarifa a 2,700 dólares MWh. Esta alza de las tarifas no sólo tiene que ver con el modelo regulatorio, sino también con la transición hacia las energías intermitentes: ya que los generadores eólicos no funcionan en invierno, se afecta el sistema eléctrico durante esta temporada.

En Alemania el precio de la electricidad se colocó por arriba de 400 euros el MWh, uno de los máximos del continente. En España el gobierno socialista del presidente Pedro Sánchez ha intentado —sin éxito— poner límite al descontrolado aumento de las tarifas enfrentando el oligopolio que domina el mercado eléctrico y la renuencia de Bruselas para modificar el modelo de mercado.

La realidad es contundente. Un modelo privatizado favorece la lógica de las ganancias y la especulación. Con esta forma de entender la realidad las tarifas no pueden ser controladas. La reforma eléctrica actual del presidente Andrés Manuel López Obrador propone que las tarifas no suban más de la inflación debido a que para el gobierno federal la luz es un derecho universal y no una mercancía, concluye.